Multimillonario desarrollará ciudad en el desierto estadounidense
REDACCIÓN MOCHILEANDO
Marc Lore, exejecutivo de Walmart, presentó recientemente los planes para Telosa, una metrópolis sustentable que espera crear, desde cero, en el desierto estadounidense. La ambiciosa propuesta de 60.702 hectáreas promete una arquitectura respetuosa con el medio ambiente, una producción de energía sustentable y un sistema de agua supuestamente resistente a la sequía.
Para su desarrollo, necesitará $400 mil millones y un lugar donde construirla. Aunque los planificadores aún están buscando ubicaciones, las posibilidades incluyen Nevada, Utah, Idaho, Arizona, Texas y la región de los Apalaches. La ciudad inteligente incluirá también el "diseño de ciudad de 15 minutos", que permitirá a los residentes acceder a sus lugares de trabajo, escuelas y servicios a menos de un cuarto de hora de sus viviendas.
El anuncio de Telosa estuvo acompañado de una serie de representaciones digitales de Bjarke Ingels Group, el estudio de arquitectura contratado para dar vida al sueño utópico de Lore. Las imágenes muestran edificios residenciales cubiertos de vegetación y residentes imaginados disfrutando de abundantes espacios abiertos. Con la prohibición de los vehículos de combustible fósil en la ciudad, los vehículos autónomos circulan por las calles iluminadas por el sol junto a los scooters y los peatones.
Otra imagen muestra un proyecto de rascacielos, llamado Equitism Tower, que se describe como "un faro para la ciudad". El edificio cuenta con un almacenamiento de agua elevado, granjas aeropónicas y un techo fotovoltaico que produce energía y le permite "compartir y distribuir todo lo que produce".
La primera fase de la construcción, que albergaría a 50 mil residentes en 607 hectáreas, tiene un costo estimado de $25mil millones. Se prevé que todo el proyecto supere los $400 milmillones y que la ciudad alcance su objetivo de 5 millones de habitantes en 40 años.
La financiación procederá de "varias fuentes", según los organizadores del proyecto, entre ellas inversores privados, filántropos, subvenciones federales y estatales, y ayudas al desarrollo económico. Los planificadores esperan dirigirse a las autoridades estatales "muy pronto", con vistas a dar la bienvenida a los primeros residentes en 2030.