Lugar: Kilimanjaro, Tanzania
Fecha: 2018

Loaza pagó 9 vacas por su esposa. Así funciona todo en la tribu de los Maasai Mara aquí en Tanzania. El hijo mayor en las familias no puede ir a estudiar, porque cuando su padre muera será el encargado. Su abuelo vivió 121 años y tuvo 8 esposas porque tenía muchas vacas. Sin embargo, la educación ha ido cambiando todo esto. Poco a poco más Maasais van a la universidad y aprenden otros idiomas. Poco a poco, el verdadero amor y respeto, que es la libertad humana, va cambiando el concepto de “matrimonio”. Loaza nos cuenta esto con mucho respeto y admiración a su cultura, pero a la misma vez con mucha esperanza dibujada en su cara. Algo que he aprendido viajando es que la cultura no puede ser a expensas de la dignidad humana. No se trata de criticar las culturas y antagonizar, se trata de lograr cambios y que las mismas evolucionen añadiéndole valor a la dignidad humana sin perder la esencia de lo que los hace únicos. El turismo es una herramienta económica que los ayuda a lograr estos cambios. ¡Gracias a los Maasai Mara por recibirme, por hacer de mis pasados días unos inolvidables!