Santa Marta, la ciudad de los vientos en Colombia
Nota del editor: Esta es la tercera nota de la serie de Colombia en tiempos de pandemia
Para muchos sería casi imposible que la nieve y la costa, con sus arenas y clima tropical, pudiesen estar en un solo lugar. Por descabellado que pudiese parecer ese escenario, sí es real un una zona de Colombia llamada Santa Marta, al norte del país.
En esta área está ubicada la montaña costera más alta del mundo; específicamente en el Parque Nacional Natural de Tayrona, una reserva que alberga playas con aguas cristalinas, un clima agradable y la belleza del Mar Caribe. Además, Santa Marta fue la primera ciudad fundada en Colombia y la segunda de América del Sur; hoy día es uno de los destinos que mayor crecimiento de turismo ha reportado.
Es sede de la Sierra Nevada de Santa Marta, y también es la tierra natal del cantante Carlos Vives. Su principal atractivo turístico es, sin duda, Tayrona; un lugar con bosques secos y húmedos, varias bahías y playas de belleza única. Para llegar, puedes ir en avión, pues su aeropuerto recibe vuelos locales e internacionales. Si vas en carro, puedes llegar de 4 a 5 horas de Cartagena, y como en dos de Barranquilla. Si escoges esta opción, podrás ver una variedad de escenarios durante el camino.
Desde Santa Marta puedes visitar varios de los atractivos naturales más espectaculares de Colombia. El Parque Nacional Tayrona se encuentra a sólo 45 minutos de la ciudad y tiene varias de las playas más hermosas de todo Sudamérica. Si eres un aventurero empedernido, puedes comprar un tour e irte a explorar la “Ciudad Perdida” el famoso “Machu Picchu colombiano” ubicada en el corazón de la Sierra Nevada de Santa Marta. Para llegar aquí tendrás que hacer un tour de varios días caminando. Los puedes comprar en el centro de la ciudad. Por último, no olvides disfrutar de Minca, con hoteles y cascadas espectaculares, este pueblo en el corazón de la selva te robará en corazón.
Además de sus atractivos turísticos, en Santa Marta hay una amplia oferta gastronómica que ofrece desde comida local, incluyendo mariscos, hasta hamburgers, pizza y varios cafés. En las primeras semanas del año, si la visitas, podrás notar que en esta zona se desarrollan vientos sostenidos fuertes. De hecho, es tanto que al abrir la puerta del carro debes aguantarla bien porque la brisa es firme, casi como vientos de tormenta tropical. A esa brisa los locales la llaman “la brisa loca”.
A su riqueza natural, de la que también forma parte la Playa El Rodadero, hay que sumarle un impresionante legado histórico, representado en la arquitectura y en las calles del centro de Santa Marta, que ofrecen una ruta ideal para visitar la Catedral, los museos y el Malecón de Bastidas, donde además se puede gozar de un romántico atardecer.